El tendón de Aquiles es el tendón más grande, grueso y fuerte del organismo. Soporta 10 veces el peso corporal, siendo motivo frecuente de consulta por dolor de tobillo y pie.
La patología del tendón de Aquiles se puede clasificar en 2 grandes grupos: Las tendinopatías y las roturas tendinosas.
- Peritendinitis: inflamación y degeneración del paratendón, produciendo proliferación de fibroblastos e hipervascularización.
- Tendinosis: degeneración del tendón, producida por microtraumatismos de repetición, envejecimiento o la mezcla de ambos. Pudiendo evolucionar hacia roturas.
A su vez, por su localización, podemos clasificar las tendinopatías en:
Las roturas pueden ser parciales, completas e intrasustancia. Mas frecuentes en varones (5:1) de 30 a 50 años, y en deportistas no profesionales. Son consecuencia de traumatismo indirecto, con la combinación de tensión mecánica y degeneración intratendinosa.
La clínica suele cursar con dolor, tumefacción y rigidez en el trayecto del tendón de Aquiles limitando las actividades diarias y deportivas. Es frecuente apreciar con la palpación tumefacciones locales o bultomas.
Habitualmente es un proceso lento, que va empeorando progresivamente en función de la actividad y el sobreuso. Resulta más molesto e incapacitante a primera hora de la mañana y con los primeros pasos del día la molestia disminuye.
- Intrínsecos: alteraciones biomecánicas entre las que destacan el excesivo varo/valgo del retropié o el antepié, hiperpronación, pie cavo, dismetría, atrofias o deficiencias musculotendinosas, desequilibrios musculares, sobrepeso y obesidad, edad avanzada y enfermedades reumáticas que cursen con artropatías inflamatorias o tendinosis.
- Extrínsecos: El sobreuso, deporte en exceso, errores de entrenamiento (duración, intensidad), carrera o salto sobre superficies no adecuadas, calzado inadecuado y fármacos como fluoroquinolonas y corticoides (sistémicos o infiltrados localmente).
En función de la patología el tratamiento varia completamente por lo que es fundamental realizar un buen diagnóstico, para ello realizamos previamente un estudio biomecánico de la pisada 3D con el objetivo de encontrar la causa mecánica que ha originado la lesión y una valoración ecográfica ya que nos permite valorar el tendón en su longitud, visualizándose un patrón fibrilar en el eje longitudinal y una estructura ovalada hiperecogénica en el eje transversal.
La primera opción terapéutica es la conservadora. El primer paso debería ser la identificación y la corrección de alteraciones en la movilidad, en la pisada y desalineaciones o dismetrías.
En la Clínica del Pie Ariño realizamos cirugía ecoguiada ultraminimamente invasiva para el tratamiento de la tendinopatía de Aquiles.
Se trata de una intervención ambulatoria, con anestesia local, sin isquemia y sin puntos, reduciendo las contraindicaciones y complicaciones. El daño quirúrgico, el dolor y el edema son mínimos, la recuperación es muy rápida, en muchas ocasiones sin baja laboral.
Las nuevas investigaciones han demostrado que las patologías del Aquiles están producidas por degeneración de los tejidos y roturas de fibra de colágeno. Por lo que nuestro tratamiento está enfocado a la regeneración de las mismas.
En casos rebeldes o de larga evolución se puede plantear la cirugía ecoguiada del tendón de aquiles, mediante tenotomías longitudinales, tratamiento de las bursas, paratendón, tendón del músculo plantaris y en ocasiones alargamiento de los gemelos en un mismo acto.
La técnica incluye:
El paciente sale caminando por su propio pie del quirófano, sin ningún punto de sutura, ni muletas ni bastones. Colocamos una bota especial durante un corto periodo de tiempo. En muchas ocasiones no es necesaria la baja laboral.