Los dedos en garra, mazo o martillo son desviaciones lentas y progresivas de los huesos que forman los dedos del pie (excepto en el hallux o dedo gordo).
Todos los dedos menos los primeros (el gordo), estan formados por 3 huesos llamados falanges y por varias articulaciones y tendones.
Estas desviaciones contraen, elevan y desforman los dedos, provocando dolor por el roce con el calzado generando callos y durezas.
Lo primero de todo es realizar un buen diagnóstico de la patología que presenta el paciente, mediante valoración clínica y pruebas de imagen, en este caso mediante diagnóstico radiológico. Para poder así clasificarlo según el grado de deformidad en flexible, semiflexible o rígido. Según esta clasificación, el tratamiento de estas patologías podrá ser conservador o quirúrgico.
El postoperatorio es muy cómodo: un sencillo vendaje que se puede mojar manteniendo el dedo en la posición adecuada durante cuatro semanas aproximadamente. El paciente regresa a su domicilio al finalizar la intervención y acudirá a revisiones semanales hasta el alta definitiva que oscilará entre 4 y 8 semanas en función del paciente, el grado de deformidad y la evolución postquirúrgica.
Si quieres prevenir el desarrollo de dedos en garra, mazo y martillo las recomendaciones son las siguientes:
Desde la Clínica del Pie Ariño en Donostia – San Sebastián apostamos por un trato personal e individualizado a cada paciente, por lo que es necesario que reserve una consulta preoperatoria, para poder valorar su caso mediante diagnóstico radiológico del pie y técnicas complementarias, para poder elegir las técnicas quirúrgicas más adecuadas a su problema.
El paciente regresa caminando a su casa después de la intervención sin la necesidad de muletas ni bastones.
La intervención se realiza unicamente con anestesia local sin necesidad de anestesia general.
Incisiones de 2 a 3 mm sin necesidad de poner puntos.
El dolor postquirúrgico es mínimo, ya que apenas se realiza agresión en los tejidos.
Permite la reincorporación a la vida laboral en un breve espacio de tiempo en comparación con la cirugía tradicional.
No es necesario colocar tornillos ni agujas. El postquirúrgico se realiza con un vendaje y calzado especiales.